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París — Rafael Nadal, uno de los íconos más grandes en la historia del deporte, anunció este domingo su retiro definitivo del tenis profesional tras su participación en Roland Garros 2025, el torneo que marcó su leyenda.

“Lo he dado todo. Mi cuerpo ya no responde como antes y mi mente me pide otra forma de estar en el mundo. Me voy en paz, con el corazón lleno y la cabeza alta”, expresó el español en una rueda de prensa que, por momentos, tuvo más silencios que palabras.

Con 22 títulos de Grand Slam —14 de ellos ganados en París—, Nadal no solo redefinió el juego sobre arcilla, sino también el significado de la resiliencia deportiva. Su carácter indomable, su humildad y su capacidad de reinventarse ante las lesiones lo convirtieron en mucho más que un campeón: fue, y sigue siendo, una figura de respeto universal.

He dado todo lo que tenía. Ahora le toca a mi cuerpo descansar y a mí, vivir desde otro lugar la pasión por el tenis.

Un legado más allá de los números

Nacido en Manacor, Mallorca, en 1986, Rafael Nadal Parera se convirtió en símbolo de resistencia mental y fortaleza física. Su estilo de juego, marcado por la potencia, la defensa implacable y la intensidad emocional, fue imitado por generaciones, pero nunca replicado del todo.

Más allá de las estadísticas, lo que hizo único a Nadal fue su capacidad de evolucionar. Luchó contra más de 20 lesiones graves a lo largo de su carrera. Casi siempre volvió. Casi siempre ganó. Y cuando no lo hizo, perdió con la misma dignidad con la que celebraba una victoria.

El adiós en su templo
Roland Garros no fue solo el escenario ideal para su despedida: fue su casa durante más de 20 años. El estadio Philippe-Chatrier se vistió de emoción.

¿Qué sigue para Nadal?

El futuro de Nadal, aunque lejos de las pistas como competidor, no está desconectado del deporte. Confirmó que seguirá activo desde su academia, apoyando nuevos talentos. También se espera que tenga un rol más visible como embajador del tenis mundial y, quizás, como comentarista o mentor.

“Ahora quiero ser padre, esposo, hermano, hijo… con más tiempo. El tenis me lo ha dado todo, pero también me ha quitado tiempo con ellos. Es hora de recuperar eso.”

Hoy se retira uno de los grandes del deporte, pero también alguien que nos enseñó que la disciplina y el corazón pueden más que cualquier talento natural. Gracias, Rafa. Por inspirarnos, por emocionarnos, y por recordarnos que la grandeza no se mide solo en trofeos, sino en cómo haces sentir a los demás. Tu legado va mucho más allá del tenis.

Eduardo

No sé si hay palabras suficientes para explicar lo que significó ver jugar a Rafael Nadal. No hablo solo de los títulos, ni de los puntos imposibles que ganaba, sino de la forma en que luchaba. Cada partido suyo era una lección de vida: nunca rendirse, respetar al rival, aceptar la derrota con dignidad y celebrar la victoria con humildad.

Leti